domingo, 31 de octubre de 2010

Día de la Reforma.

El 31 de octubre de 1517 Lutero se convirtió en controvertida figura pública al exponer en el pórtico de la iglesia de Todos los Santos de Wittenberg (algunos estudiosos dudan sobre si éste fue el lugar exacto) sus 95 Tesis o proposiciones escritas en latín contra la venta de indulgencias (remisión, mediante un pago, de los castigos temporales impuestos por la comisión de los pecados) para la gran obra de los papas Julio II y León X: la construcción de la basílica de San Pedro en Roma. Al margen de cómo se hicieron públicas sus proposiciones, causaron una gran conmoción y fueron traducidas de inmediato al alemán, logrando una amplísima difusión. Lutero defendió con energía sus opiniones en debates universitarios públicos en Wittenberg y en otras ciudades, provocando una investigación por parte de la Iglesia romana que culminó con la condena de sus enseñanzas (15 de junio de 1520) y con su excomunión (3 de enero de 1521) por el papa León X. En abril de 1521 fue convocado ante el emperador Carlos V en la Dieta de Worms y se le pidió que se retractase ante las autoridades seculares y eclesiásticas allí reunidas. Se negó, asegurando que para hacerlo tendrían que refutar sus teorías con las Escrituras y la razón y que no es conveniente ir contra la conciencia. Su famosa declaración: “Aquí estoy, no puedo hacer otra cosa”, quizá no sea más que una leyenda. El emperador condenó a Lutero, pero el elector de Sajonia, Federico el Sabio, lo recluyó en su castillo de Wartburg, donde Lutero emprendió su traducción del Nuevo Testamento del original griego al alemán, una contribución fundamental al desarrollo de la lengua alemana. Los desórdenes provocados en Wittenberg por sus seguidores más extremistas le obligaron a volver a la ciudad, en marzo de 1521, para restablecer la paz por medio de numerosos sermones.

 Si querés saber más podés mirar un documental de History Channel sobre el tema:

http://www.youtube.com/watch?v=iQZ4pE-DHuk